Sobre el amigo anagrama

No todas las personas que llegaron a mi vida han llegado para cambiarla, pero tú sí que lo hiciste. Puede ser que estuviese preparada para dejar en mi pasado ingenuo la idea de amistades auténticas, o que me costara creer que siendo adultos se podían construir unas que tuviesen la misma cualidad que las iniciadas en la niñez, pero tú lograste que yo redescubriese esa sensación de fortuna que da confiar en otro ser humano, que no tiene alguna pretensión oculta. Es cierto que hay algo de aleatorio en nuestro encuentro, pero también es cierto que hay mucha intencionalidad en conocernos y entregarnos el uno al otro con cada historia híper gesticulada, con cada respuesta a una pregunta abierta, con cada pensamiento verbalizado por primera vez, ante alguien que hasta hace pocos meses era un cuadrito más en un mosaico que me traía algo de sosiego. Recuerdo ese primer día que nos vimos y en el que no teníamos ni idea de lo importante que nos volveríamos el uno para el otro, recu...